
El cigarrito
Al llegar la Navidad de 1973, éramos unos 600 presos hombres y unas 100 compañeras en el Estadio Regional de Concepción.
Las autoridades del campo de concentración nos permitieron celebrar la Navidad en el campo deportivo. Exactamente, estuvimos en un rincón, y la fosa del salto con garrocha se utilizó de escenario.
Animaron la fiesta dos locutores de radio profesionales que lo hicieron muy bien, combinando mensajes velados con otros más abiertos, una buena dosis de humor y buen gusto. Ellos recitaron también.
Para la ocasión, contamos con una guitarra española, muy buena, que facilitara el entonces Padre Camilo Vial, después Obispo, y que jugó un papel muy importante en la defensa de los derechos de los presos políticos en las horribles condiciones en que nos encontráramos.
Con esa guitarra, numerosos presos y presas políticos interpretaron canciones, sea como solistas, en dúo o en grupos. En mi caso presenté “El cigarrito” de Víctor Jara.
Por cierto, aunque no se tratara de una canción con contenido social ni político en sentido estrecho, cantar una canción suya constituía un homenaje a su figura y ejemplo, pero también a todos los caídos.
Otro preso cantó “El soldado”, con texto de Rafael Alberti y música de Ángel Parra.
La experiencia de los presos de numerosos campos de concentración y cárceles a lo largo del país indican que el ejercicio de alguna actividad cultural y artística, sea creación de obras teatrales y su presentación, la escritura de poemas y relatos (también de ensayos), la artesanía o la música, tuvo una importancia capital para fortalecer la moral individual y colectiva, la actitud de resistencia y el sentido de cuerpo de los presos políticos.
Cada vez que se hacía arte, con todas las dificultades y limitaciones que imponían las difíciles condiciones, era un acto de afirmación de humanidad y de vida. Cada logro era un pequeño tramo que se le ganaba a la dictadura.
Claves:
Publicado: 15 diciembre 2014
acaso tengo tabaco
si no tengo de'onde saco
lo más cierto es que no pito.
Ay, ay, ay, me querís
Ay, ay, ay, me querís
Ay, ay, ay.
Voy a hacerme un cigarrito
con mi bolsa tabaquera
lo fumo y boto la cola
y recójala el que quiera.
Ay, ay, ay, me querís
Ay, ay, ay, me querís
Ay, ay, ay.
Cuando amanezco con frío
prendo un cigarro de a vara
y me caliento la cara
con el cigarro encendido.
Ay, ay, ay, me querís
Ay, ay, ay, me querís
Ay, ay, ay.
Testimonios de la plataforma Cantos Cautivos pueden ser citados y compartidos siempre que sean atribuidos (incluyendo autor/a, nombre de nuestro proyecto y URL), para fines no comerciales y sin modificaciones, según la licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional (CC BY-NC-ND 4.0). Se requiere autorización para 1) toda reutilización de los datos de la plataforma y sus metadatos asociados distinta a citas y difusión vía licencia CC BY-NC-ND 4.0, y 2) todo uso en eventos, conciertos, obras de teatro, películas, etc, de obras musicales escritas o grabadas por participantes del proyecto. Para ello, solicitamos enviar una propuesta con al menos un mes de anticipación al correo contact@cantoscautivos.org. Para usos de obras musicales escritas o grabadas por personas ajenas al proyecto, favor contactar a dueños/as de derechos de autoría.