La muralla

Pieza musical de:
Nicolás Guillén (letra) y Quilapayún (música)
Testimonio de:
Domingo Lizama
Experiencia en:

En la Cárcel, había un chico que tocaba la guitarra. Alegraba las tardes en la celda. Todos cantábamos con él.

Entre los presos había un artesano que fabricaba guitarras. Tocábamos sus guitarras.

Para Navidad,  dieron permiso para que nuestras mujeres e hijos vinieran a visitarnos. Cantamos “Noche de Paz”, “Señora Doña María” y “Arrorró mi niño”.

Cuando nuestras visitas nos traían comida, nosotros la compartíamos con los gendarmes. Ellos andaban cagados de hambre. Eran cabros reclutados.

Un día, estábamos cantando “El pueblo unido, jamás será vencido” cuando vinieron los pacos(Chilenismo) Policía.. Tuvimos que cambiar la letra a “El pueblo unido, toma Leche NidoMarca de leche en polvo.". Nos reíamos de las bromas que hacíamos.

A “La muralla” también le cambiamos la letra: en la parte de “el sable del coronel” decíamos “el sable de Pinochet”.

Se cantaban mucho las canciones de la Guerra Civil Española, por ejemplo “Dime dónde vas morena”, la canción mexicana “Carabina 3030” y la argentina “Balderrama”.

Las cantábamos cuando sabíamos que ya no nos iban a matar, después de la visita de una delegación de las Naciones Unidas.

Me separé de mi mujer un año después de caer preso. Una vez cuando me re junté con ella nos acordamos de las canciones de la Cárcel, especialmente “Tres blancos lirios” y “Arrorró”. Fueron momentos terribles.

Cuando escucho “La muralla” me recuerdo de un viejo español que estaba preso con nosotros. Tenía 70 y tantos años. Como no había duchas, se bañaba con agua fría en el lavamanos, y decía “quiero morirme en la Cárcel para que les caiga el estigma de mi muerte a estos perros”. Ese fue el inicio para una campaña que los presos hicimos para que colocasen una regadera de agua.


Claves:

Publicado: 22 noviembre 2017


Para hacer esta muralla
tráiganme todas las manos
los negros, sus manos negras
los blancos, sus blancas manos.

Una muralla que vaya
desde la playa hasta el monte
desde el monte hasta la playa
allá sobre el horizonte.

- ¡Tun, tun!
- ¿Quién es?
- Una rosa y un clavel...
- ¡Abre la muralla!

- ¡Tun, tun!
- ¿Quién es?
- El sable del coronel...
- ¡Cierra la muralla!

- ¡Tun, tun!
- ¿Quién es?
- La paloma y el laurel...
- ¡Abre la muralla!

- ¡Tun, tun!
- ¿Quién es?
- El gusano y el ciempiés...
- ¡Cierra la muralla!
- ¡Tun, tun!
- ¿Quién es?

Al corazón del amigo
abre la muralla
al veneno y al puñal
cierra la muralla
al mirto y la yerbabuena
abre la muralla
al diente de la serpiente
cierra la muralla
al corazón del amigo
abre la muralla
al ruiseñor en la flor.

Alcemos esta muralla
juntando todas las manos
los negros, sus manos negras
los blancos, sus blancas manos.

Una muralla que vaya
desde la playa hasta el monte
desde el monte hasta la playa
allá sobre el horizonte.