Pieza musical de:

Graciela Arango de Tobón, popularizada en Chile por Giolito y su Combo, y por Los Vikings 5

Testimonio de:

Joaquín Real Hermosilla

Experiencia en:

Campamento de Prisioneros Las Bandurrias, actual Regimiento Bulnes, Coyhaique, septiembre de 1973

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De ese tortuoso tiempo, quiero traer al presente una actividad que nos mantuvo activos durante el duro encierro en Las Bandurrias. Se trata de la música, expresión artística que descubrió el talento de varios prisioneros políticos y nos permitió soportar la reclusión por casi seis meses.

Uno de los temas más celebrados entre los detenidos era una cumbia que se adaptó a una situación que nos tuvo muy preocupados. No olvidemos que estábamos forzados a ocuparnos de la limpieza de los corceles fina sangre del campamento, y el teniente había advertido que los debíamos cuidar muy bien porque si uno moría, dos recluidos perderían la vida.

El nerviosismo comenzó cuando se enfermó uno de los caballos que ya era muy viejo. Estaba delgado y desganado, permanecía echado todo el día y se negaba a salir al patio. Al saberse que “Don Goyo”, como se llamaba el equino, ya no reaccionaba, hicimos lo posible por salvarle la vida.

Recurrimos a los profesionales del agro que estaban entre los confinados, pero fue inútil. El animal falleció, provocando dolores de estómago y temor entre los detenidos al recordar la fatal advertencia del teniente. Afortunadamente para nosotros, el teniente había abandonado el criadero.

Ya más repuestos, en una de nuestras reuniones artísticas, modificamos la letra de la cumbia “Ese muerto no lo cargo yo”, también conocida como “Don Goyo”. El arreglo decía más o menos así:

Encontraron a Don Goyo
muertecito en Las Bandurrias
muchos años lo cansaron
lo encontraron muy temprano
que lo mataron los celos
eso fue lo que dijeron
yo no estaba en Las Bandurrias
cuando se murió Don Goyo.

Ese muerto no lo cargo yo
que lo cargue el que amenazó
ese muerto no lo cargo yo
a Don Goyo no lo cargo yo.