El suertúo

Pieza musical de:
Víctor Canto y Luis Cifuentes (letra), Roberto Parra (música)
Testimonio de:
Luis Cifuentes Seves
Experiencia en:
Campamento de Prisioneros Chacabuco, noviembre 1973 - febrero de 1974

Esta cuecaGénero musical (usualmente para voz y acompañamiento) y baile de pareja, con presencia en Chile, Argentina y Bolivia. fue compuesta en Chacabuco entre noviembre de 1973 y febrero de 1974, e interpretada por el conjunto Los de Chacabuco, del cual Víctor Canto y yo éramos miembros.

Fue de composición rápida y estuvo lista en menos de un día. No recuerdo con exactitud dónde la compusimos, pero puede haber sido en la casa que yo compartía con otros compañeros o en la casa donde ensayaba el grupo - que quedaba en el “barrio cívico” - o sentados en las mesas colectivas donde comíamos.

El grupo Los de Chacabuco fue creado y dirigido por Ángel Parra y sus integrantes fueron (en orden alfabético): Víctor Canto, Manuel Castro, Ángel Cereceda Parra (Ángel Parra), Luis Cifuentes, Marcelo Concha, Luis Corvalán Márquez, Antonio González, Manuel Ipinza, Ernesto Parra, Julio Vega y Ricardo Yocelewski.

Cuando la estrenamos en el show semanal, el público se reía a carcajadas porque conocía bien las situaciones descritas.

Esta cueca fue grabada clandestinamente en Chacabuco por Alberto Corvalán Castillo, hijo del secretario general del Partido Comunista, Luis Corvalán con ayuda de Guillermo Orrego y Domingo Chávez. Alberto falleció en Bulgaria producto de las torturas sufridas en el velódromo del Estadio Nacional que dejaron su corazón irreversiblemente dañado.

La grabación se hizo desde la parte inferior del escenario de madera que habían construido los mismos prisioneros. La grabadora de casete fue proporcionada por un oficial apostado en el campo de concentración. La casete fue sacada del campo por Ángel Parra y se publicó por primera vez como vinilo en Italia entre 1974 y 1975. Esta cueca también aparece en el disco de Angel Parra Pisagua + Chacabuco, publicado en 2003 en Chile.

La letra puede ser difícil de entender pues, en parte, se refiere al folklore del campo de concentración y en parte se ríe de los militares con suficiente sutileza como para que estos no se dieran cuenta.

Víctimas recordadas en este testimonio:

Claves:

Publicado: 17 diciembre 2014

Grabación clandestina de los presos políticos en Chacabuco en 1974.


Llegamos desde el Estadio
volando y sin mucho atraso
nos recibieron con banda
caramba, y su buen charchazoA menudo, los grupos de prisioneros que iban llegando al campo desde el Estadio Chile y otros centros de detención a lo largo del país eran recibidos con insultos y golpes.
llegamos desde el Estadio

Mucho frío en la noche,
caliente el día
seguían en Chacabuco
las penas mías.

Las penas mías, sí
no veo una
casi me voy cortao
con la vacunaA poco de llegar al campo, se sometió a los prisioneros a una vacunación..

Con la vacuna, ay sí
flor de patagua
cada vez que me baño
se corta el agua.

Se corta el agua, ay sí
pónete el gorro
porque a puro poroto
ya vuelo a chorro.

Ya vuelo a chorro, ay sí
sobre la reja
no tiene na’ ‘e corriente
cayó la tejaLos militares hablaban de la reja electrificada que rodeaba el campo, pero dado que la reja hacía tierra en toda su extensión, no era posible electrificarla de manera efectiva..

Cayó la teja, ay sí
allá en la esquina
ya me iba echando el pollo
voló una minaEl campo de Chacabuco estaba minado en la mayor parte de su entorno a objeto de evitar fugas de prisioneros. A menudo, explotaban minas, posiblemente accionadas por perros vagos..

Voló una mina, ay sí
dijo un canario
más mejor que me quede
en el balneario.

Puchas, que soy suertúo
dijo un puntúo.