El reloj

Pieza musical de:
Roberto Cantoral
Testimonio de:
Ana María Arenas

El día que fui capturada, luego de la primera sesión de torturas, pedí permiso para cantar un villancico cuyo nombre no recuerdo. Lo hice para darle a saber a una amiga presa en la Venda Sexy que yo también estaba allí.

Antes de ser apresadas, mi amiga y yo preparábamos ese villancico en el Coro Mozart, donde cantábamos. Ese coro era un rejuntado de miembros del Coro de Cámara de las Universidades de Chile, de la Católica y de la Técnica del Estado.

Éramos todos de izquierda y buscábamos tener un espacio seguro donde compartir música e ideas.

Luego del villancico, las demás compañeras en la Venda Sexy me pidieron que cantara más. Canté el boleroTérmino que se refiere tanto al bolero español del siglo XIX como al bolero cubano asociado al género de la trova y la tradición de músicos itinerantes. “El reloj”, que aprendí a través de la versión del trío Los Panchos.


Claves:

Publicado: 24 agosto 2019

Reloj no marques las horas
porque voy a enloquecer
ella se irá para siempre
cuando amanezca otra vez.

Nomás nos queda esta noche
para vivir nuestro amor
y tu tic-tac me recuerda
mi irremediable dolor.

Reloj detén tu camino
porque mi vida se apaga
ella es la estrella
que alumbra mi ser
yo sin su amor no soy nada.

Detén el tiempo en tus manos
haz esta noche perpetua
para que nunca se vaya de mí
para que nunca amanezca.

Testimonios relacionados:

  • Himno a la alegría  Amelia Negrón, Campamento de Prisioneros, Tres Álamos, 31 de diciembre de 1975

    Todos los preparativos se intensificaban para esa noche de miércoles. Iba a ser una noche diferente, nos habíamos organizado en secreto entre nosotras, pero más importante aún, nos habíamos organizado con los compañeros presos.

  • Himno a la alegría  Renato Alvarado Vidal, Campamento de Prisioneros Cuatro Álamos, 1975

    Érase una vez un lobito bueno…Ah no. Ésa es otra historia.

  • La madre del cordero  Servando Becerra Poblete, Campamento de Prisioneros Chacabuco, 9 de noviembre  de 1973 - 10 de noviembre de 1974

    Recitaba este poema en el Estadio Nacional. Seguí haciéndolo en Chacabuco, por esta razón los compañeros me apodaban Venancio.

  • La madre del cordero  Servando Becerra Poblete, Campamento de Prisioneros, Estadio Nacional, 9 de noviembre  de 1973 - 10 de noviembre de 1974

    Recitaba este poema en el Estadio Nacional. Seguí haciéndolo en Chacabuco, por esta razón los compañeros me apodaban Venancio.

  • Casida de las palomas oscuras  Luis Alfredo Muñoz González, Campamento de Prisioneros Cuatro Álamos, febrero - marzo 1975

    Los científicos dicen que el lugar de la memoria y el procesamiento de la música del cerebro se ubica en la parte ancestral y profunda de éste, donde es celosamente guardada.