88 resultados se encontraron para «Todo cambia»


Curas y milicos

Pieza musical de:
Sergio Vesely
Testimonio de:
Sergio Vesely
« No quiero exagerar, pero el Campo de Melinka llegó a funcionar no sólo como fábrica de artesanía y sala de espectáculos, sino que hasta de universidad. »
[...]
« todo cambia de color. »
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Todo cambia

Pieza musical de:
Julio Numhauser
Testimonio de:
Carolina Videla
Experiencia en:
« Mi guitarra me acompañó todo el tiempo que estuve privada de libertad. Funcionaba como un imán. En las tardes cantábamos y tocábamos en el patio. »
[...]
« y así como todo cambia »
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Canción de un hombre medio

Pieza musical de:
Sergio Vesely
Testimonio de:
Sergio Vesely
Experiencia en:
« En las discusiones políticas, siempre se hablaba despectivamente de la clase media. Para los ideólogos marxistas presos, ese gran sector de la sociedad estaba apoyando mayoritariamente a la dictadura y era necesario revertir esa tendencia. »
[...]
« y si dice que es negro lo mandan cambiar. »
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Volver a los diecisiete

Pieza musical de:
Violeta Parra
Testimonio de:
Gabriela Durand
« Tenía 18 años. Había sido torturada en la parrilla ya varias veces. Un día estaba junto a otros compañeros detenidos, y como a veces sucedía, los guardias pusieron música. »
[...]
« todo lo cambia el momento »
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Volver a los diecisiete

Pieza musical de:
Violeta Parra
Testimonio de:
David Quintana García
Experiencia en:
« Estuve 45 días en el centro de tortura de la Intendencia de Rancagua. Antes estuve detenido con mis hermanos en el Cuartel de Investigaciones de Rancagua. »
[...]
« todo lo cambia el momento »
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La rejita

Pieza musical de:
letra: creación colectiva; música: “Jálame la pitita” de Luis Abanto Morales (polka peruana)
Testimonio de:
Lucía Chirinos
Experiencia en:
Cárcel de Mujeres Buen Pastor, La Serena, octubre de 1973 - abril de 1974
« Vamos partiendo, decían “los lagartos”, como les decíamos a los Carabineros, porque visten todos de verdes. »
[...]
« les prometemos cambiar »
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La rejita

Pieza musical de:
letra: creación colectiva; música: “Jálame la pitita” de Luis Abanto Morales (polka peruana)
Testimonio de:
María Cecilia Marchant Rubilar
Experiencia en:
Cárcel de Mujeres Buen Pastor, La Serena, septiembre 1973 - enero 1974
« Siempre cantábamos esta canción cuando íbamos al Regimiento Arica. Ese era un centro de torturas. »
[...]
« les prometemos cambiar »
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La Sudestada

Pieza musical de:
Poni Micharvegas
Testimonio de:
Luis Alfredo Muñoz González
Experiencia en:
« Estando aislado en Cuatro Álamos, un día noté que había una sala grande al fondo del pasillo y que los dinos la habían llenado de prisioneros de un día para otro. »
[...]
« Al caer el día, estos compañeros armaban una gran “chimuchina”: conversando, intercambiando información, preguntando y cantando. Era una actividad frenética de solidaridad, apoyo, valentía y calidez. »
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Hoy canto por cantar

Pieza musical de:
Nydia Caro y Riccardo Ceratto
Testimonio de:
Beatriz Bataszew Contreras
Experiencia en:
« Yo nunca he sido una gran escuchadora de música. Sin embargo, antes del golpe escuchaba mucho la Nueva Canción, especialmente Quilapayún y Rolando Alarcón. También me gustaban las cumbias, para huevear. Bailábamos y nos entreteníamos. »
[...]
« El ruido era fuerte pero yo estaba en la mía. Lo único que me hacía cambiar de ruido a música era esta canción. No tengo idea cuántas veces la escuché. Para mí era reiterativa. »
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Amado amigo

Pieza musical de:
Sergio Vesely
Testimonio de:
Sergio Vesely
« Esta canción, que fue compuesta desde mi celda en el Campo de Detenidos de Puchuncaví, le habla a un amigo -también prisionero- que podría ser cualquiera de los miles que compartíamos nuestro día a día entre barrotes.  »
[...]
« Caminatas sin destino: Nada más típico en la vida de los campos de detención y cárceles que los paseos individuales o de a dos por pasajes, galerías, patios de formación o celdas. Ningún observador ajeno hubiese podido reprimir una leve sonrisa sarcástica al ver ese ajetreo inconexo de seres desplazándose sin avanzar, cambiando de dirección al acercarse a un muro o una alambrada. Para nosotros, ese ritual nos ayudaba a incentivar las relaciones sociales. Uno no iba al cine con el amigo. Salía a dar una caminata sin destino, que era además el “sitio” más seguro para intercambiar informaciones y darle rienda suelta a la fantasía del momento sin correr el riesgo de ser oídos por algún intruso. »
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